Ayer, 28 de julio de 2025, el boxeo argentino perdió a una de sus leyendas: Alejandra “La Locomotora” Oliveras, exboxeadora, seis veces campeona mundial, referente del deporte y símbolo de lucha dentro y fuera del ring. Tenía 47 años.

Falleció a las 16:00 en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital José María Cullen, en Santa Fe. La causa oficial fue una embolia pulmonar masiva que derivó en un shock hipoxémico y un paro cardiorrespiratorio refractario, tras dos semanas de internación crítica.

Un ACV y dos semanas de pelea silenciosa

Todo comenzó el 14 de julio, cuando Alejandra sintió un fuerte malestar y fue trasladada de urgencia al Hospital Cullen. El diagnóstico fue un ACV isquémico severo, que afectó su hemisferio cerebral izquierdo y le provocó pérdida de movilidad en el lado izquierdo del cuerpo. Dos días después le realizaron una craniectomía descompresiva para aliviar la presión intracraneal. El cuadro era crítico, y el pronóstico, reservado.

Los partes médicos fueron mostrando pequeños avances: una traqueotomía percutánea, leves signos motores del lado derecho, pruebas de respiración espontánea… pero el daño cerebral ya era irreversible. El 28, de forma repentina, su estado se agravó. No resistió.

Más que una campeona: una historia de vida

Nacida en Jujuy y criada en Córdoba, Alejandra empezó a boxear como forma de defenderse de la violencia. Lo que comenzó como una necesidad se transformó en pasión, y luego en leyenda. Fue campeona mundial en cinco categorías diferentes, algo inédito para una boxeadora argentina. Su récord profesional: 33 victorias (16 por KO), 3 derrotas y 2 empates.

Le ganó a Jackie Nava en México en 2006, obtuvo títulos de CMB, AMB, OMB, FIB y WIBF, y entró al Guinness como la boxeadora argentina más laureada. Pero además, era una figura carismática, directa, sin filtro, que usaba su historia para inspirar a otras mujeres. En los últimos tiempos se había volcado al ámbito social y político: había sido electa convencional constituyente en Santa Fe, aunque no llegó a asumir por el ACV.

La despedida

El gobierno provincial decretó tres días de duelo. Este martes 29 será velada en una ceremonia íntima y luego será homenajeada en la Legislatura santafesina. El jueves está prevista su cremación. Las redes se llenaron de mensajes: colegas, entrenadores, deportistas y fans la despidieron como lo que fue: una guerrera. La Asociación Mundial de Boxeo la llamó “intrépida y valiente”. La Tigresa Acuña, su eterna rival y colega, escribió simplemente: “Gracias por tanto, Loco”.

Mi reflexión

“La Locomotora” fue muchas cosas: una campeona, una sobreviviente, una mujer que se hizo a golpes —en el ring y en la vida—. Su muerte nos deja con una mezcla de tristeza y admiración. Tristeza porque se va demasiado joven. Admiración porque incluso en sus últimos días dio pelea como siempre: hasta el último round.

Ojalá su legado trascienda el boxeo. Que su historia sirva para visibilizar el daño de la violencia de género, la importancia del acceso a la salud, y el poder que tienen la garra y el coraje cuando se canalizan con propósito.

Buen viaje, Locomotora. Te fuiste como viviste: peleando.

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